Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Cada gesto suyo era pura maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales https://deborahonvb277335.acidblog.net/69550953/el-cabezazo-de-zidane-visto-desde-otra-perspectiva